lunes, 19 de agosto de 2013

LA FALSA DOCTRINA DE "ORACION PARA SALVACIÓN"

El tema de la "oración del pecador" o la "oración para recibir a Cristo en el corazón" es parte de la cultura del cristianismo moderno, casi cualquier persona que piensa en el evangelismo ve como una meta el llegar a dicha oración. Esto se convierte muchas veces en el fin por el cual tu le hablas de Cristo a un inconverso.


Quiero aclarar antes que no estamos en contra de que una persona ore después de escuchar el evangelio. Esto ocurrirá tarde o temprano porque esa persona al ser movida por Dios a salvación sentirá la necesidad de postrarse ante su Señor y confesar sus pecados y agradecer por su misericordia y amor y por salvarle. Esto es algo normal y no me referiré a eso. Hablaré de lo que se conoce como "la oración del pecador" y la importancia tan destructiva que se le ha dado en el evangelismo.


Una vez escuché algo así  una joven estaba horneando un pavo, cuando una amiga entro a su cocina hubo algo que le extrañó; la tapa del horno estaba un poco abierta. La amiga le pregunto a la joven que cocinaba "¿Porque no cierras bien el horno?" a lo que contestó "es que así me lo enseño mi madre". Ok, quiero explicarles algo; en realidad cuando la madre le enseñaba a hornear pavo a su hija, el pavo era demasiado grande, por lo que no entraba bien y eso impedía que el horno pudiera cerrar bien.


¿Moraleja? Bueno, la mayoría de lo que muchos profesantes cristianos saben o conocen sobre el cristianismo, es porque lo han visto u oído de otros, que posiblemente tienen la misma fuente de conocimientos. ¿Porque la joven cocinera no se tomó la molestia de buscar la receta o mirar como lo hacen otros cocineros? ¿No es un ejemplo muy tonto e ingenio? ¿Quien puede pensar que se debe dejar la puerta del horno abierta? Ok, ahí te van otras preguntas ¿Porque los cristianos no se toman la molestia de estudiar la Biblia o leer como funcionó el cristianismo durante los siglos pasados? ¿Porque mi fuente de conocimiento va a ser una playera, canción o película  ¿Porque hago lo que hago solo porque vi a alguien mas hacerlo? ¿No es un poco tonto pensar que fue hasta el siglo 19 que se encontró la verdadera forma de predicar el evangelio?


Hermano, no pretendo juzgarte por creer indispensable la oración del pecador en el evangelismo. Yo crecí con el concepto de que la "oración del pecador" era lo que me haría salvo. Puedo decirte que recuerdo haber orado decenas de veces en mi vida; en todo tipo de eventos. Yo encontré la salvación hasta hace pocos años y los años anteriores crecí frustrado acerca del "cristianismo". No sabes lo difícil que era decirle a Dios todo el tiempo "que ahora si era una oración sincera". Yo no había entendido el evangelio ni lo que esto significa. El Espíritu Santo no me había convencido de pecado. Gracias a Dios porque en una predicación de mi papá que nadie recuerda (solo yo), fui movido, aquella vez no oré. ¿Mi experiencia basta para desacreditar la oración?




Bueno por supuesto que mi experiencia no te dice nada, pero es bueno mirar un poco la historia de la iglesia para entender que la practica de la "oración del pecador" y otras metodologías pragmáticas en la predicación del evangelio se comenzaron a popularizar hasta el siglo 19 por un hombre llamado Charles Finney que desafió lo que durante toda la historia se había enseñado y practicado. Después en el siglo XX fue popularizada por el ministerio de Billy Graham. Antes de eso no hubo "oración del pecador" ¿Raro no? ¿Como pudieron ser salvos todos los que vivieron en los siglos pasados? Ahí está la raíz del problema. El hombre es salvo por gracia, esto es un regalo de Dios que obra en el pecador y lo trae a la salvación. Decir que el hombre tiene que orar para ser salvo es lo mismo que decir que uno puede ser salvo por obras.


Antes de que a alguien se le ocurriera que se estaban haciendo mal las cosas en el cristianismo y decidió inventarse lo de "la oración del pecador", los hombres también eran salvos. La iglesia soportó la persecución y una infinidad de tribulaciones, y te tengo una noticia: ellos no hicieron "la oración del pecador".


¿El hombre puede decidirse por Cristo? Veamos lo que dice la biblia:

"Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios." (Romanos 3:10-11)

 ¿Crees que el hombre tiene algo de bueno en el? La biblia dice claramente que no hay nadie quien busque a Dios. Esto se llama "Depravación Total" y nos dice que al hombre no le es posible amar, buscar o agradar a Dios. Esto es debido a que estamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:5) y que aun nuestras "buenas obras" son desagradables a Dios (Isaías 64:6). ¿Tu crees que no eres totalmente depravado? ¿Crees que hay algo bueno en ti que puede hacer que tu te decidas a buscar a Dios? Pues entonces tienes serios problemas con Dios y su Palabra, porque eso significaría que tu puedes "ayudar" a Dios en tu salvación.

La oración del pecador no es lo que determina si somos salvos o no. Puede que hayas orado o no, pero nosotros somos salvos cuando el Espíritu Santo nos convence de pecados y entendemos que debemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos y creer que Jesucristo es el único que puede salvarnos de la condenación de nuestros pecados. Es un hermoso regalo. Aun siendo pecadores el murió por nosotros (Romanos 5:8).

Un hombre tiene que nacer de nuevo para ser Salvo (Juan 3:3), porque al hombre natural le es imposible amar a Dios, así de simple. Si tu crees que puedes amar a Dios y buscarle antes de haber nacido de nuevo, estás mal. El orden funciona exactamente como lo dice Efesios 2:1-5, el nos dio vida cuando estábamos muertos en nuestros pecados y cuando solo obedecíamos a la voluntad de la carne. Es decir que el nos amó y nos salvó cuando nosotros no le buscábamos, ni le amábamos, ni nos interesaba seguirle verdaderamente.
"Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos." (Efesios 2:1-5)

Ahora bien, ya vimos que en la historia nunca se usó esa oración en la predicación del evangelio hasta el siglo 19. Ahora vayamos directamente a la Biblia. ¿Vez a Jesús orientando a los demás a hacer esta oración? ¿Pablo alguna vez dirigió a alguien a esta oración? ¿Pedro? ¿Juan? ¿El libro de Hechos? No, entonces ¿No deberíamos preguntarnos porque ellos no la hicieron y nosotros si "debemos" hacerla? Bueno, como te dije al principio; esa oración es solo algo cultural. A alguien se le ocurrió que era buena idea implantarla y se confundió la cantidad con la calidad. Parecía que funcionaba, entonces pasó de generación en generación y hoy nos resulta imposible y fuera de lugar predicar el evangelio sin orar al final.

Agregar esa oración al evangelismo histórico obedece a algo llamado "pragmatismo". El pragmatismo dice "que si algo da resultados o funciona, entonces es útil y lo practicamos". ¿Te imaginas lo "fracasado" que seria un evento de evangelismo sin muchas personas pasando a hacer "la oración del pecador"? Bueno, parece que esa es la mentalidad que reina hoy en día y como dije anteriormente; se confundió la calidad con la cantidad.

El mundo se está cayendo a pedazos mientras el cristianismo parece ser solo una moda o un juego. En EUA "todos son cristianos" y es una nación dominada por el aborto, suicidio, embarazos premaritales, homosexualismo, violencia. ¿Viste con que descaro celebraron el asesinato de Bin Laden? Y si, todos ellos profesan ser cristianos. Si les preguntas ¿Porque dices ser cristiano? Te dirán que una vez hicieron esa famosa oración. En México ocurre lo mismo.


Y bueno, ahora si la pregunta:


¿Porque no oramos "la oración del pecador" después de compartir el evangelio?

  • Porque no es lo que enseña la biblia.
  • Porque anula la salvación por Gracia, dándole al hombre un recurso para poder ser salvo (obras).
  • Porque en el cristianismo histórico no fue usada.
  • Porque desde que comenzó a usarse, el cristianismo se diluyo a una oración, creando falsos convertidos.
  • Porque es engañosa y da una falsa seguridad de salvación a personas que aun no son salvas.
Por ultimo debo decir que sigamos compartiendo el evangelio, esa es lo que Jesucristo nos comisionó. Recordemos que no se trata de una oración, se trata de llevar las buenas nuevas de salvación a los pecadores para que el Espíritu Santo obre en ellos para arrepentimiento y fe. Nosotros no podemos salvar a nadie, ni siquiera nos hemos salvado a nosotros mismos, es Dios quien lo hace y es solo por Gracia. ¡A Él sea toda la Gloria!

CHARLES FINNEY Y SU PRAGMATISMO


No hay lugar a dudas que uno de los mayores daños a la evangelización hoy en día es el pensamiento pragmático. Esta corriente ha llevado a los predicadores a alejarse del verdadero evangelio y ha diluido el mensaje de la cruz a estrategias y métodos donde la mayor importancia es “el éxito” inmediato en la predicación. Queremos que todos los que escuchen sean salvos y no estamos dispuesto a aceptar que esto es una obra exclusiva de Dios y que nosotros solo somos el medio por el cual el mensaje llega a las almas.

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Muchas de estas estrategias en lugar de ser un conducto de salvación, terminan siendo las causantes de que personas rechacen el verdadero evangelio, creando falsos creyentes, quienes solo escucharon las 5 leyes, oraron “la oración del pecador”(de la cual puedes leer nuestra postura Aquí ), en algún evento evangelistico donde la palabra de Dios estuvo ausente durante las dos horas, en cambio hubo mucha elocuencia, profesionalismo, psicología, y sin lugar a dudas mucho pragmatismo.

Charles Finney es un famoso predicador que nación en 1792, quien es admirado por su entusiasta predicación que trajo a muchas personas al cristianismo. Él fue quien popularizó estrategias evangelisticas como la práctica de orar para ser salvos y los llamamientos al altar. Lastimosamente puedo decir que Charles Grandison Finney ha sido una de las influencias más destructivas en la iglesia moderna. Si tú eres un admirador de Finney por sus enseñanzas sobre la vida de oración, la entrega al evangelismo, la unción del Espíritu Santo, etc. Te digo que debes de tener cuidado ya que todas sus obras están impregnadas de pragmatismo, humanismo y lógica humana, esto se debe a las circunstancias que rodearon su proliferación en el ministerio. No cabe duda que la Biblia siempre tiene la respuesta. El apóstol Pablo menciona una serie de requisitos del Obispado, el versículo 5 del capítulo 3 menciona que un obispo no debe ser un neófito (nuevo converso). Finney lo era cuando comenzó con su ministerio, eso trajo consecuencias:
“no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo” 1Tim 3:6


Es irónico pensar que la conversión de Finney es una muestra de que la salvación es por completo una obra de Dios y que la convicción del pecado es una obra sobrenatural en la cual el hombre no tiene ninguna parte, a pesar de esto, Finney siempre pensó que la voluntad humana era la voz final sobre la salvación. El nunca admitió que su misma conversión era una prueba del poder salvador de Dios. Esta convicción fue lo que lo llevó a su hermosa declaración “Entregaré mi corazón a Dios o moriré en el intento”.


Después de convertirse, Carlos Finney decidió comenzar a predicar. Su poca preparación teológica lo llevó a grandes errores. El también fallaba en otro de los requisitos del ministerio ya que no era “apto para enseñar” 1Tim 3:2. Su gran preparación intelectual le fue suficiente para hacerse un lugar entre los predicadores del siglo 19. “La mayoría de sus argumentos estarían basados en sus estudios académicos y no en las Escrituras. Finney luchaba por "ajustar las verdades del cristianismo a un tan armonioso sistema de pensamiento que no se violara los dictámenes de la razón — observa Murray —. Esto, como muchas veces dijo, era (después de la conversión de almas) la gran meta de su vida".2 El mismo confesó en sus Memorias que engañó a aquellos que le dieron la licencia para predicar, afirmando que había leído y estaba en acuerdo con La Confesión de Fe de  Westminster, documento con el que estaba en desacuerdo en sus puntos más importantes, incluso afirmó avergonzarse de tales declaraciones (Memorias). El no podía aceptar la postura de su confesión referente al arrepentimiento, la expiación, la regeneración, la fe, la esclavitud de la voluntad, entre otras doctrinas. Debido al éxito tan repentino de su predicación, la licencia no pudo ser negada.

El impulso que Finney necesitaba hacia el pragmatismo y humanismo fue el “Hipercalvinismo” un movimiento herético importante en el siglo 19 que afirmaba que solo se debía predicar el evangelio a aquellos quienes habían sido elegidos. Absurdo. Pero Finney se fue al extremo contrario afirmando que no había nada fuera del alcance del poder de la naturaleza. El afirmaba que un avivamiento no era algo sobrenatural. La regeneración era para él una obra al alcance de la voluntad humana. Fue entonces que Finney en base a sus conocimientos de lógica y derecho combinados con un entendimiento oscurecido de las Escrituras, implantó estrategias pragmáticas que parecían darle una mayor probabilidad de éxito a todos los planes de la iglesia, en especial a la evangelización. Métodos nuevos que no son más que pragmatismo.
               
Por gracia de Dios tengo la oportunidad de enseñar las materias de Antiguo Testamento en el Instituto Bíblico Domingo Arroyo. Recuerdo que en la primera generación había 42 apasionados alumnos con toda la ambición de prepararse durante 3 años para el servicio de su Señor. Hoy en ese grupo solo queda la mitad de alumnos. ¿Culpa de quien? Bueno, sin duda es culpa de los alumnos, muchos de ellos con razones justificables como el trabajo, el sustento económico, enfermedad, etc. El Instituto desde luego tiene que tener campañas publicitarias que animen a los creyentes a prepararse, yo no veo ningún pecado en esto. ¿Podemos decir que es dañino usar carteles publicitarios o videos publicitarios para promover una institución de educación bíblica y teológica? Por supuesto que no. Sería malo si se usara publicidad engañosa, pero en este caso no es así. ¿Entonces todo lo nuevo es pragmático? La respuesta también es un rotundo no.

¿Entonces de que va el pragmatismo? La RAE lo define como: “Movimiento filosófico iniciado en los Estados Unidos por C. S. Peirce y W. James a fines del siglo XIX, que busca las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida.”En otras palabras, el pragmatismo dice que si algo funciona entonces debe usarse, si algo tiene éxito, entonces debe ser correcto.

Eso llevó a Finney y al evangelicalismo de sus tiempos a usar una serie de métodos que aparentemente causaron un avivamiento. Una predicación que tocaba mucho las emociones, llamamientos al altar, la necesidad de una evidencia inmediata de la conversión y los primeros indicios de “la oración del pecador”. Según diversos escritos, tal fuego termino por ser apagado y aquellas personas se volvieron renuentes a las Escrituras y al verdadero evangelio. El mismo Finney admitió al final de su vida que debió hacer más énfasis en el conocimiento de Dios. Sus estrategias a la postre fracasaron, demostrando que se habían creado muchos falsos creyentes.

No podemos negar que el daño del legado pragmático de Finney  a la iglesia de hoy es grande, los métodos evangelisticos se rigen por estrategias que demuestren un aparente éxito, y nos olvidamos de que el Evangelio es Poder de Dios para salvación. No se trata de cual método utilizamos, se trata del mensaje, este es el mensaje de salvación. Agregar otra cosa a ese mensaje es dudar del poder de Dios y caer en la arrogancia de pensar que la salvación depende del predicador.

Debemos huir de nuestros razonamientos, de nuestra lógica, de nuestra inteligencia. El mensaje de la Cruz es locura para los que se pierden, nunca el evangelio fue un motivo de gloriarse en los éxitos. Siempre ha sido un mensaje ofensivo para los pecadores, pero este es el mensaje más hermoso para aquellos que fueron salvados. Vayamos con amor a las calles y a los púlpitos y prediquemos La Verdad, no en nuestra arrogancia fría y sin amor como los hipercalvinistas, o nuestra arrogancia nacida del deseo de salvar a los pecadores como Finney. Aprendamos de los fracasos de hombres falibles igual que nosotros y vayamos humildes reconociendo que Dios es el que salva y alejémonos del pragmatismo, el humanismo, y cualquier otra corriente que esté dañando el mensaje de salvación.