jueves, 11 de diciembre de 2014

EL CORTEJO BÍBLICO por Paul Washer


EL NOVIAZGO Y LA PALABRA DE DIOS por Paul Washer


I. INTRODUCCIÓN: UN LLAMADO A ESCUDRIÑAR LAS SANTAS ESCRITURAS



El cortejo bíblico es simplemente la alternativa bíblica a una de las más desastrosas y destructivas prácticas en la cultura occidental: las citas recreativas, o también llamado el “noviazgo”. El noviazgo moderno es la cita “amorosa” o relación entre dos jóvenes sin el propósito de casarse.



Debe quedar claro desde el principio que estas citas recreativas o noviazgo es pecado. Por ejemplo, dos jóvenes de dieciséis años quieren estar juntos en una relación y compartir experiencias diversas: eso es pecado. Puedes pensar que es incorrecto decir que esto sea pecado, pero debes observar la condición a la que ha llegado la iglesia de nuestros días.


Hay una gran inmoralidad en la gran mayoría de los grupos de jóvenes. ¿Cuántos en la iglesia de nuestro país caen en la inmoralidad? Muchos. La razón es la siguiente: estamos ignorando lo que dice la Palabra de Dios. La cultura en nuestro pais no es producto de un cristianismo bíblico. No naciste en un país cristiano, sino en uno gobernado por ideas, teorías y prácticas anti-bíblicas. Por lo tanto, debe ser una bandera roja de alerta el que nuestras prácticas en la iglesia se conformen a la cultura y a las prácticas en el mundo.

En la iglesia casi no existe ninguna diferencia entre las citas en el mundo y las citas entre jóvenes que se dicen cristianos. Los mismos problemas que viven los jóvenes incrédulos son los mismos que viven los jóvenes que se congregan en la iglesia ¿Por qué? Porque no estamos viviendo bíblicamente. ¿Cuántas veces has estudiado lo que dice la Biblia, de Génesis a Apocalipsis, acerca de cómo deben conocerse dos jovencitos? ¿Cuántos sermones has escuchado acerca de cómo debe ser, según la Biblia, el acercamiento entre dos jóvenes que quieren relacionarse? ¿Cuándo puede un joven comenzar a pensar en el sexo opuesto? ¿Cuándo deben pensar en casarse?

Jueces 17:6 dice: “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”. Esto mismo es lo que están haciendo los padres, los hijos y los pastores y maestros si es que no han estudiado lo que dice la Biblia sobre el cortejo: están enseñando “lo que a sus ojos” les parece “bien”. Debes estar en la posibilidad de abrir la Biblia y explicar lo que la Biblia dice sobre este tema, pues de otro modo, estás haciendo lo que a ti te parece mejor. Oseas 4:6 dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”. Isaías 1:4-6 dice: “¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite”. 

El resto del versículo dice: “Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. Esta es una advertencia aplicable a los padres y a los ministros que no instruyen a los jóvenes en la Palabra de Dios, particularmente en este tema del cortejo.


II. LAS CITAS RECREACIONALES O EL NOVIAZGO MODERNO: UN PROBLEMA DE LA IGLESIA DE HOY

Las citas recreacionales o noviazgo moderno es tan distante de las Santas Escrituras que ni siquiera son mencionadas en ellas. La Biblia no dice nada acerca de las citas modernas. Es un fenómeno reciente que tampoco se puede encontrar en los anales de la historia de la humanidad. Estas citas o relaciones de noviazgo modernas tienen su origen en la impiedad y en los deseos de la carne, y no en la Palabra y el Espíritu de Dios. Es una práctica mundana que siempre lleva a la destrucción.

¿Por qué las personas mantienen citas sin ninguna intención real de unirse en matrimonio? Por ejemplo, un joven viene y dice: “Quiero salir con esa chica”, y entonces se le pregunta: “¿Tan pronto estás pensando en el matrimonio?”. El joven replica: “¡Claro que no!”, a lo que se le puede cuestionar: “¿Entonces, en qué estás pensando?”. El deseo hacia otra persona sin la intención seria de unirse en matrimonio revela inmediatamente la intención pecaminosa de disfrutar de los placeres sensuales y hallar diversión egoísta sin ninguna responsabilidad a costa de la integridad física y moral de otro. Por lo tanto, la pregunta más urgente que todo joven debe hacerse es ¿Por qué quiero salir con esa chica o con ese chico? Si no es para casarse y formar una familia ¿Entonces para qué?

El salir con otra persona porque “me gusta”, “me agrada” o “me parece interesante” no es suficiente. El compromiso matrimonial demanda sacrificios y responsabilidades muy altas. Por lo tanto, la tendencia moderna a mantener una relación de noviazgo sin la seria intención de casarse sólo es producto de la necesidad de satisfacer pasiones personales sin asumir dichos compromisos delante de Dios y de la sociedad.

Un padre mantiene, cuida y sostiene a su hija. Un esposo hace lo mismo con su esposa. Pero un joven puede estar buscando a otra joven sin la mínima intención de hacerse cargo de ella como corresponde en una relación matrimonial, y de hecho, puede estar satisfaciendo sus necesidades egoístas de juego y distracción sin reparar en todo lo anterior.

La mentalidad consumista de nuestro tiempo es trasladada a las relaciones interpersonales: “debes probar muchos modelos antes de quedarte con el correcto”. Por ello, muchos jóvenes razonan: “voy a probar con esta persona, y si me gusta, entonces lo tomaré en serio”. Sin embargo, es mentira que deban “probarse” varias parejas: hay muchos matrimonios felices en donde el hombre y la mujer nunca conocieron otra persona antes de casarse, y hay muchos divorcios que provinieron de personas que tuvieron múltiples parejas antes de unirse en matrimonio.

Los jóvenes en las iglesias normalmente cometen fornicación antes de casarse.


III. LOS JOVENES Y EL CRECIMIENTO

Los jóvenes despiertan al sexo opuesto en un momento de sus vidas, pero eso no significa que estén listos para casarse, sino que es una señal de que están listos para prepararse. Es tarea de los padres cuidar a sus hijos para que este despertar no ocurra prematuramente. Nuestra sociedad invita a los niños a pensar en el sexo opuesto, y aún los padres no protegen a sus hijos de esta influencia pecaminosa: la televisión y su pornografía, los comentarios a los niños de tipo: “eres muy guapo y debes tener muchas novias” y otras exposiciones a la vida de los adultos aceleran el despertad del niño al sexo opuesto y ponen en peligro su desarrollo normal. No debe extrañarnos que al no proteger su inocencia lleguen muy pronto a tener una mente sucia.

El único que tiene derecho de participar en una relación con el sexo opuesto es un hombre, y no un niño. La adolescencia es una etapa que no existe en la Biblia. El término “adolescencia” aparece en Eclesiastés 11:9 pero no es una buena traducción. La psicología moderna ha definido adolescencia como la etapa entre la niñez y la vida adulta. Se dice que es cuando descubre su identidad y afirma su independencia (siendo rebelde). Pero eso no está en la Biblia: allí existen niños y hombres, pero no adolescentes. Las teorías del mundo moderno hacen que un “adolescente” sea un niño que demanda participar de los derechos de un hombre pero sin asumir su responsabilidad como tal. Un joven bajo esta clase de educación reclama su derecho a salir con una chica pero pide a su padre que le solvente económicamente la misma. Esto es tenido como completamente normal. Adolescencia es un término usado para referir personas de dieciséis a treinta y cinco años, aproximadamente.

La iglesia necesita hombres. Los padres deben enseñar a sus hijos a serlo. El niño debe trabajar y asumir, eventualmente, responsabilidades de hombres (por ejemplo, trabajando juntos en el campo o jardín) bajo la supervisión de sus padres para que puedan ir aprendiendo. Muchos jóvenes se casan con mujeres que consideran un sustituto de sus madres; esto se debe a que no han sido enseñados a ser hombres.

Génesis 2:24 dice: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”; no dice “el niño” o “el adolescente”, sino “el hombre”. Un joven no debe pensar en una relación con el sexo opuesto a menos que esté preparado para sostenerse a sí mismo y a su esposa, y esté dispuesto a caminar con Dios y a desarrollar su carácter moral de forma constante, independiente de sus padres.




IV. PRINCIPIOS DE CORTEJO BIBLICO 

Un joven que quiera acercarse a una hija debe recibir una pregunta fundamental de parte del padre: “¿Te interesa trabajar duro para la gloria de Dios? ¿Sabes trabajar doce horas, sudando, con tus propias manos?”. Un joven debe aprender a trabajar duro.

La relación entre un hombre y una mujer debe iniciar con el hombre: Génesis 2:24 dice “el hombre dejará”; en la Biblia la mujer que persigue a un varón es considerada inmoral (Proverbios 7:). Coquetear, por tanto, es pecado.

El joven varón debe evaluar en oración sus verdaderas intenciones respecto de una chica. Lamentaciones 3:40 dice: “Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová”.

Las razones por las que un joven quiere estar con una mujer deben ir más allá de sus deseos egoístas. El que una mujer sea bonita, haga sentir “completo” al varón y le parezca interesante son argumentos centrados en la auto-complacencia. El sentir “química” con otra persona no es suficiente porque ¿qué hará el joven cuando su secretaria o compañera de trabajo le parezca más bonita que su esposa? ¿Qué pasará cuando su esposa, por alguna razón, deje de ser tan bonita como al principio de la relación? ¿Y qué ocurrirá cuando la esposa, por momentos, haga la vida difícil?

La base del matrimonio debe ser el llamado irrevocable de Dios a entregar la propia vida a una de sus hijas, para que ella crezca a la estatura de Cristo y sea una bendición. Si es bonita toda la gloria es para Dios, pero la belleza no puede ser la base del matrimonio según las Santas Escrituras. Aún bajo circunstancias hostiles en el matrimonio el llamado de Dios sigue siendo el mismo: cuidar y proteger a la esposa y procurar su bienestar. El hombre sirve a Dios al atender a su esposa. De hecho, no existe manera de amar como Cristo amó a menos que se experimente el amor sacrificial hacia la pareja, aún cuando “no se lo merezca” después de una discusión.

Una cosa es ser atraído por la belleza bíblica y otra es ser atraído por la sensualidad. Marcos 7:21-23 dice: “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”.

Si la ropa que usa una mujer es un marco para su cuerpo, esa es sensualidad, y Dios aborrece la sensualidad. La sensualidad es motivo de tropiezo para el hombre, y habría sido mejor no haber nacido. Pero si una mujer usa ropa que es un marco para su rostro, en el cual resplandece la gloria de Dios, entonces esa es belleza auténtica y santa. Sólo el esposo debe ver el cuerpo de su mujer. Por tanto, una mujer que muestra su cuerpo con ropa sensual a otros hombres, o a un hombre que no es su esposo, está pecando contra el Señor y debe arrepentirse. Un hombre de Dios jamás es atraído por una mujer sensual. Una mujer que muestra su cuerpo antes de casarse lo seguirá haciendo después de casarse, y con ello causará gran sufrimiento a su marido.

Un joven atraído por una mujer debe, primeramente, buscar consejo de parte de las autoridades bíblicas, empezando por su padre. Proverbios 4:1: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura”.

En segundo lugar, debe buscar consejo de los Ancianos de la iglesia: 1 Pedro 5:5:“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes”.

El joven varón debe buscar el permiso de las autoridades bajo las cuales se encuentra la chica (v. gr. El padre, o en su defecto la madre), y no por otros intermediarios (como amigas o amigos de la mujer). Salir con una chica sin hablar con su padre es motivo de vergüenza para un hombre.

Si el padre aprueba al joven varón él debe esperar para comunicarlo a su hija, y darle tiempo a ella para que después de recibir consejo y orar se pueda determinar que existe el deseo de ambos jóvenes de conocerse mutuamente, pensando en el matrimonio. 

Si el padre sabe que dicho joven es muy inmaduro y/o no es un joven de Dios, debe negarse a dar los permisos para cortejar a su hija, sin importar la oposición.

En cualquier caso, el cortejo debe darse en un lugar que siempre esté bajo la supervisión del padre o la madre o de alguna de las autoridades bajo las cuales se encuentra la chica. Jamás deben estar juntos y solos en ningún lugar. Esto es aplicable a cualquier tipo de relación (laboral, ministerial, de amistad, etcétera) entre un hombre y una mujer.

Cualquier hombre o mujer que se crea sabio debe responder a la pregunta: “¿Cuánto tiempo pasas estudiando las Santas Escrituras en oración y en devoción y obediencia al Señor?”.

El padre debe evitar que otro hombre tenga alguna confrontación con la hija o con la esposa, sea cual sea la naturaleza del conflicto.

El contacto físico no dará claridad con respecto a si se debe o no casar una persona. Sólo producirá confusión. Regularmente, los jóvenes cristianos se relacionan con el sexo opuesto alrededor de cinco veces antes de casarse. Y aún cuando no tiene sexo dejan una parte de ellos con las cinco personas con las que se involucraron emocionalmente.


V. ADVERTENCIAS CONTRA LA INMORALIDAD SEXUAL

Es imposible estar a solas con una persona del sexo opuesto por un tiempo prolongado sin caer en algún pecado de inmoralidad sexual.

Cuando los padres confían en sus hijos en medio de situaciones sexualmente peligrosas, los padres están confiando en el brazo de la carne exponiendo a sus hijos a situaciones peligrosas en las cuales ellos mismo no entrarían a sabiendas o intencionalmente. Jeremías 17:5: “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová”. La réplica común de los hijos a sus padres de: “¿Acaso no confías en mí?” o la enseñanza moderna de “dale confianza a tus hijos” no es lo que enseñan las Santas Escrituras.

De la misma manera en que un esposo no debe confiar en sí mismo al andar con otra mujer que no es su esposa, ni una esposa hacer lo mismo con un hombre que no es su esposo, un joven no debe estar con una persona del sexo opuesto a no ser que sea bajo la supervisión de alguna autoridad bíblica.

Efesios 6; Santiago 4:7…La Biblia dice que debemos resistir con el diablo, pero en cuanto a las pasiones juveniles la Biblia dice “¡huye!” (2 Timoteo 2:22). Esto significa que lo que está adentro de nosotros es más peligroso que el mismo diablo. Por ello no debemos colocarnos en situaciones que puedan llevarnos a la inmoralidad sexual en ninguna de sus formas.

LA NAVIDAD ES UNA FIESTA PAGANA por Isaac Villalobos Pérez


LECTURA BÍBLICA: Mar. 7:1-9; Gál. 4:8-11.


La transmisión de costumbres, ritos y doctrinas que no se encuentran en las Sagradas Escrituras, son un veneno de Satanás. Con esta fiesta pagana el diablo distrae poniendo la mente del hombre en el nacimiento de Jesús, desviando el propósito del nacimiento, La muerte en la cruz en lugar del pecador. Todo el mundo ama al niño Jesús, pero nadie ama en verdad a Jesús, el que les ofrece la salvación y la vida eterna, todos le rechazan.



En los meses de octubre a diciembre, las casas comerciales empiezan a engañar a la humanidad, todo esto porque las iglesias protestantes han salido de la “iglesia madre” la católica romana y la gran mayoría de iglesias evangélicas también tienen a la iglesia católica como su madre, por eso que están llevando a cabo la tradición de su “madre” Ezequiel 16:44 “Cual la madre, tal la hija”

1. ¿Por qué nosotros los cristianos nacidos del Espíritu no debemos celebrar la navidad? Porque nosotros no dependemos de la iglesia católica romana. Nosotros dependemos de Cristo quien es nuestra cabeza y Señor. La iglesia católica es falsa y no tenemos ninguna obligación de seguir la tradición de los apóstatas, una invención del diablo. Gracias a Dios nosotros estamos libres de la iglesia romana, Juan 8:32,36. “Y conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres; Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”

2. ¿Qué dice la Biblia sobre la fecha de la navidad? No dice absolutamente nada y no hay ninguna enseñanza que mande que uno deba celebrar el nacimiento de Jesús el Cristo. Si Dios hubiera querido que su iglesia celebrara el cumpleaños de Jesús, seguro que Él lo habría revelado en su palabra. Apoc. 22:18-20. “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitara su parte del libro de la vida. El que da testimonio de estas cosas dice: ciertamente vengo en breve. Amen; si, ven Señor Jesús.”

3. Ninguno de los apóstoles celebraron la navidad, no lo registra la Biblia. Gál. 4:8-11. “Ciertamente en otro tiempo, no conociendo a Dios, sirváis a los que por naturaleza no son dioses; más ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.”

4. Ninguno de los creyentes de la iglesia de los primeros siglos celebraron la navidad. Para nosotros, la Biblia es completa y no podemos añadir ni quitar sus palabras. II Timoteo. 3:16,17. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

5. Somos instruidos a adorar a Dios, no a cumplir tradiciones paganas. Juan 4:24. “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.”

6. Somos instruidos a sostener la obra de Dios. II Corintios 9:6,7. “Pero esto digo: el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno de cómo propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

7. Somos instruidos en cómo debemos testificar para Dios. Hechos 1:8. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

8. Somos instruidos de cómo debemos bautizar a creyentes. Mat. 28:19, Romanos. 6:3-5. “Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” “¿O no sabéis que los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte para el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.”

9. Somos instruidos para participar de la Cena del Señor I Corintios. 11:23-26. “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; esto haced en memoria de Mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebieres, en memoria de Mí. Así, pues, todas las veces que comieres este pan, y bebieres esta copa, la muerte del Señor anuncias hasta que Él venga.”

10. Pero, en ningún lugar de la Biblia se nos instruye a celebrar el nacimiento de Jesús el Cristo, pero usted dirá, pero, que de malo hay, además es por el bien de los niños, es una oportunidad para predicarles. Justamente eso es lo que quiere el diablo, que es una inocente fecha de celebración.

11. La fecha del nacimiento de Cristo Jesús no es conocida. 
Es un secreto de Dios, no debemos intentar o tratar de descubrir y tentar a Dios con las tradiciones paganas, si las Sagradas Escrituras no dicen nada al respecto. Deut. 29:29. “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.”

Si Dios hubiera querido que celebrásemos el nacimiento de su hijo, el habría dado a su iglesia una fecha, o una orden. Entre las “iglesias” de los romanistas, protestantes y en la gran mayoría de evangélicos hay tantas tradiciones que no están basadas en las Sagradas Escrituras. Ejemplo:

Dicen que los pastores y los astrólogos estaban juntos aquella noche. ¡Esto no es cierto! Incluso lo dice en los himnos que hacen alusión a la navidad. Los pastores se encontraban cerca de la ciudad llegaron la misma noche. Lucas 2:8-20. Los astrólogos llegaron casi dos años más tarde, visitando al niño en su casa en la ciudad de Nazaret, y no en el pesebre. Mat. 2:1-12,16. No hay mención de tres astrólogos, mucho menos sus nombres. Nadie sabe cuántos eran. Mat. 2:1,2.

12. Todo el mundo cree que Jesús nació el 25 de diciembre. Esta fecha es imposible ya que en Palestina es tiempo de invierno. La fecha es imposible ya que diciembre y enero es época de grandes lluvias y era imposible que los pastores, durmieran a cielo abierto cuidando sus rebaños. Por la razón del invierno, se comenzó a especular las fechas. 16 ó 20 de mayo, 9, 19 ó 20 de abril, 29 de marzo ó 29 de setiembre. A raíz de toda esta especulación el año 334 el papa Julio I proclamó que Jesús el Cristo había nacido el 25 de diciembre y punto.

Esta fecha no fue escogida al azar, hicieron coincidir perfectamente con las festividades de muchos peregrinos durante el solsticio de invierno o sea el nacimiento del sol, los vikingos en honor a Odín, las saturnalias romanas, el nacimiento del dios indo iraní Mitra, También se decía que en esta fecha había nacido el dios sol, Osiris, Onus, Hércules, Baco, Júpiter, Tammuz, Saturno, Ninrod, y otros.

Cuando Ninrod murió, su esposa la reina Seminaramis, lo proclamó como el dios sol. Seminaramis tuvo un hijo ilegítimo llamado Tammuz y ella declaró que este hijo fue concebido milagrosamente por el espíritu de su esposo fallecido, en una inmaculada concepción. Seminaramis también declaró que su hijo era realmente el regreso del renacimiento de su esposo Ninrod. Y es así como la doctrina de la reencarnación se originó.

En poco tiempo los seguidores de Ninrod también comenzaron a adorar a su “madre” más que al hijo, venerándola como la reina del cielo” y la diosa de la fertilidad, también conocida como Astarté, Ishtar, etc. Los cultos a la madre y al hijo le suena familiar, es porque el catolicismo está basado en estas tradiciones paganas. Es por eso que la fecha supuesta del nacimiento de Jesús haya sido asimilada rápidamente al retorno del sol y a otros dioses. Poniendo de lado la fecha, no somos mandados a adorar a un niño en el pesebre, ni al Hombre Dios en la cruz. Somos mandados a adorar a Jesucristo crucificado, muerto, enterrado, resucitado y sentado a la diestra de Dios Padre.

13. Origen de la Celebración de la Navidad. Como ya vimos que la fecha se dio autoritariamente por un papa el año 334, y ninguna de la iglesias del Señor Jesús la celebraban, pero por el siglo IV algunas iglesias dejando las enseñanzas de los apóstoles comenzaron a celebrar “días de los santos” y luego el supuesto día del nacimiento de Jesús.

Habiendo estudiado este asunto con la claridad meridiana, no celebraremos nunca más esta fiesta anti bíblica. No celebraremos porque es una fiesta de la iglesia romana, y nosotros no somos de aquella iglesia. No tenemos que celebrar las tradiciones de hombres, basta ya que lo hacíamos bajo nuestra ignorancia. Tenemos libertad en Cristo Jesús.

La celebración de esta fiesta, es una mezcla entre la religión pagana de los romanistas y el comercio, y un verdadero creyente no debe tomar parte en esto. I Juan 2:15-17. “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”

La navidad es mundana como otras fiestas paganas, nadie está recordando a Jesucristo en aquel día, mire la cantidad de licores que se consume, la cantidad de juguetes (practicas paganas), árboles, adornos, luces, etc. Todo es pura basura. Jeremías 10:1-5. “Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman. Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.”

No debemos celebrar esta “fiesta” porque la Palabra de Dios prohíbe estas prácticas. Gálatas 4:8-11. “Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servías a los que por naturaleza no son dioses; más ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os querréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.”

Las instrucciones para los creyentes en relación a este asunto se encuentra en II Corintios 6:14 hasta el 7:1. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andará entre ellos y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y Yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” Fijar una fecha conmemorativa, es mentir y engañarse uno mismo y seguir engañando a nuevas generaciones, volviendo al paganismo.

Amados hermanos ya es tiempo que debemos tomar conciencia de muchas fiestas que practicábamos bajo nuestra ignorancia, pero que ahora está a la luz de las Sagradas Escrituras y de la Historia del Cristianismo; fiestas que nunca el cristianismo las debió practicar, y que conforme pasa el tiempo debe quedar en el olvido de dicha práctica. Fiestas paganas en las que el diablo se lleva la gloria. En Isaías 42:8. Dice: “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.”


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