sábado, 27 de julio de 2013

¿POR QUÉ CRECE EL MOVIMIENTO CARISMÁTICO?, por: Conrad Mbewe

¿Por qué el Movimiento Carismático está creciendo excesivamente en África?
Artículo del Pastor Conrad Mbewe
Traducido y adaptado por el Pr. Alexander León
(Las adiciones del traductor aparecen entre corchetes [])
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Muchas explicaciones se han dado para la explosión del movimiento carismático en África. Muchos la  han considerado como una visitación poderosa del Espíritu Santo. Aunque probablemente hay más de una razón, quisiera añadir mi propia observación  por si sirve de algo. En esta publicación de mi Blog no me refiero  a la vieja forma de Pentecostalismo que alguna vez fue representada por las iglesias Asambleas de Dios. Lo que tengo en mente es la forma extrema actual que está creciendo como los hongos debajo de cada arbusto y árbol aquí en África. ¿Cómo se puede explicar este fenómeno?
Creo que una de las razones por las cuales el movimiento carismático se ha extendido en África como un incendio forestal es porque no ha combatido la cosmovisión (visión del mundo) Africana sino que la ha adoptada.  Solamente ha sido bautizada con versículos Bíblicos y palabras cristianas que antes tenían un significado diferente.
La forma Africana de ver el mundo
Permítanme explicar a lo que me refiero. La cosmovisión Africana del mundo consiste de 4 estratos.
  1. Dios
  2. Ángeles y demonios
  3. Espíritus ancestrales
  4. Seres humanos
Esta es la razón por la cual los Africanos no se cuestionan la existencia de Dios, contrario a muchas personas  en el mundo occidental, sino que Dios está ahí. Él es el Creador y último Gobernador y Benefactor de todo el universo.
Pero en nuestra forma de ver el mundo, aunque Dios está ahí, está muy lejos. Entre Él y nosotros los humanos se interponen dos niveles en el mundo espiritual. Por un lado los ángeles y demonios (es decir los ángeles malos) y por otro lado – los espíritus de los que ya han partido – lo cual está más cerca de nosotros.  Solamente cuando se han superado estos dos niveles las bendiciones de Dios podrán alcanzarnos.
Aquí es cuando entran en juego los médicos brujos en las religiones tradicionales africanas. Ellos son quienes tienen el misterioso poder para incursionar en esos dos estratos. Ellos nos dicen lo que tenemos que hacer para aplacar los espíritus de nuestros ancestros. Además son ellos quienes tratan con los demonios por medio de sus trances nocturnos, danzas e incienso.
De esta manera, una persona que siempre está enferma, no puede conseguir empleo, no ha logrado casarse o tener hijos, o cuyo negocio está encontrando dificultades para surgir, etc. Simplemente tiene que ir donde el médico brujo que es el único que tiene la llave para entrar en el mundo espiritual.  A tal persona se le dirá que una persona muerta o algún espíritu malo es quien está frustrando su vida.
Algunas veces el enemigo es una persona viva. Sin embargo, la razón por la cual esa persona parece tener un poder misterioso sobre tu vida es porque ha podido penetrar esos dos niveles (ya sea espíritus ancestrales o espíritus malos) y tú no lo has hecho.  Con la ayuda de un médico brujo tú podrías vencerle en esos dos niveles y las bendiciones de Dios podrán de nuevo fluir hacia tu vida.
Sea cual sea el caso, el poder del médico-brujo no explica la verdad solo se trata de un frenesí irracional. Su fuerte arraigo en la mente popular reside en su temible misterio y en su capacidad para llevarte a un éxtasis y declararte liberado. Por supuesto, esto nunca es realizado como un acto de benevolencia. Debes pagar por sus servicios.
La Rendición del Movimiento Carismático
Mi intención no es ser grosero, pero lo que el moderno movimiento carismático ha hecho en África es simplemente tomar toda esta superestructura errónea de las religiones africanas con su [falsa] visión del mundo y las ha bautizado con algunos versículos bíblicos mal aplicados y con un lenguaje cristiano. La única diferencia es que los estratos de los ancestros muertos y los malos espíritus se han vuelto un revoltijo muy confuso. Por esta razón es que algo que no tiene sentido como el asunto de demonios que entran en los maridos y esposas  para destruir los matrimonios, se acepta sin cuestionamientos. Esta es la razón también por la cual la herejía de las maldiciones generacionales se ha vuelto tan popular. En nuestras mentes, la mala suerte se transmite desde el estrato de los ancestros muertos.
En los círculos carismáticos africanos, el “hombre de Dios” ha reemplazado al médico-brujo.  Es él quien ejerce el misterioso poder que le capacita para entrar en esos estratos impenetrables, en los cuales nosotros por ser simples mortales no podemos incursionar.  Entonces, cuando las bendiciones no fluyen  hacia nosotros a pesar de nuestras oraciones, acudimos a su oficina o a su iglesia por ayuda.  Esto explica las multitudes en esos círculos. La muchedumbre no está buscando a alguien que les explique cómo encontrar perdón de Dios. ¡No! Ellos quieren que el “hombre de Dios” ore por ellos.
Esto también explica el extraño significado que “hombres de Dios” tiene en las mentes de los devotos de estos círculos. En el Evangelicalismo de una generación anterior, “hombres de Dios” significaba más que todo predicadores de la palabra de Dios, pero en este nuevo escenario se refiere a sacerdotes que pueden entrar en las cámaras internas de los santuarios para traernos las bendiciones.
Esto también explica por qué la respuesta a casi todo problema que usted traiga a estos “hombres de Dios” sea la “liberación” [en nuestro contexto podría ser “atar y desatar” o “decretar”]. Dios desea bendecirte, pero tienes que incursionar en esos estratos impregnables antes de que esas bendiciones puedan alcanzarte. Las oraciones del “hombre de Dios” traerán liberación en esa vigilia o en la montaña en que él decida realizar su ritual. ¿Quién podrá negar que esas frases se han vuelto las palabras clave de este movimiento?
Los “guerreros de oración” gritan hasta la capacidad de sus voces y repiten el nombre de Jesús. Sudan mientras luchan con estos espíritus, estirando cada músculo de sus cuerpos hasta que logran vencer (eso piensan). Es entonces cuando logran llegar a Dios y conseguir las bendiciones. Esto no es otra cosa que la religión tradicional africana rociada con un poco de Cristianismo.
Hay que notar también que la enseñanza no es uno de los fuertes en el moderno movimiento carismático en África. Sus líderes se apoyan en unos pocos gastados y torturados [mal interpretados] versículos. “Por sus llagas fuimos nosotros curados”“No somos la cola sino la cabeza”, etc. No hay ningún esfuerzo en absoluto por hacer una apropiada exégesis de las Escrituras. Más bien, al repetir estas frases y hacer que la gente caiga en trance, al estilo del médico-brujo, están arrasando con la mente popular. A la gente le encanta y está dispuesta a pagar por eso. Los “hombres de Dios” se vuelven cada vez más ricos mientras las multitudes siguen llegando.
Esto no es Cristianismo
Lo que me preocupa es que esto debería ser tan obvio que pregunto cómo es que no lo vemos. O si lo vemos, ¿por qué no estamos advirtiendo a los Cristianos contra esto? Por amor a las multitudes, hemos dejado que la religión tradicional africana entre en la iglesia por la puerta trasera. Han desechado la verdad. Esta es la razón por la cual no me emociono por la multiplicación de iglesias – o ministerios – que toman esa bandera.
Necesitamos la sana advertencia de que esto no es Cristianismo. Yo sé que esta metodología ha llenado iglesias y clases hasta rebosar y que se tienen que hacer varios cultos para acomodar a las multitudes. Pero eso no es Cristianismo. Eso no lleva al Cielo. Eso es solo la misma religión que ha estado en suelo africano por tiempos inmemoriales, pero que tiene ahora una delgada capa de pintura cristiana, esa es la religión que precisamente el Cristianismo debería erradicar. Hemos perdido la fe Cristiana teniendo la Biblia en nuestras manos y usando algunas de sus palabras. Esto es realmente triste.
La religión de la Biblia no enseña sobre un Dios que está muy lejos de nosotros a menos que algunos poderosos hombres vengan y hagan que las bendiciones nos puedan alcanzar. ¡No! La Biblia enseña sobre un Dios que está cerca de nosotros. La única barrera entre Dios y nosotros es nuestro pecado, y Cristo ha tratado con eso por medio de Su muerte en la Cruz.
Cuando oramos, estamos en el recinto de la gracia divina, hablando directamente con Dios. No tenemos que lidiar con demonios ni espíritus ancestrales antes de que podamos acercarnos a Él. No necesitamos recitar frases ni saltar o dar vueltas como los médicos-brujos hacen alrededor del fuego bajo la luz de la luna. Dios es nuestro Padre celestial. Solo nuestro pecado puede hacer nuestras oraciones ineficaces.
¡Escúchenme! Los ángeles y los demonios existen, pero no son estratos espirituales impenetrables que nos hagan necesitar de alguien con unción antes de que podamos tener acceso a las bendiciones de Dios. Ellos son seres que ya sea cumplen las órdenes de Dios o las del diablo. Pero ¡no están entre nosotros y Dios!
Finalmente, no necesitamos “hombres de Dios” que nos impongan las manos cada Domingo (o Viernes por la noche en las montañas) para que podamos conocer las bendiciones de Dios. Hay un único Mediador entre Dios y nosotros – es Jesucristo hombre. Todos los demás son impostores y tenemos que rechazarlos con la firmeza que se merecen.

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