sábado, 31 de mayo de 2014

AHORA QUE SOY SALVO, ¿PUEDO PERDER MI SALVACIÓN? por Isaac Villalobos Pérez

 Por: Isaac Villalobos Pérez

“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.” Juan 5:24.


No me gusta hablar mucho de este tema porque me causa fastidio, lo confieso. Porque la Biblia, Palabra de nuestro Buen Dios y Salvador Jesucristo, no dice nada acerca de que la salvación se pierde o no se pierde, sencilla y poderosamente con toda claridad meridional, solo nos habla que Dios nos da en Jesucristo Salvación y vida eterna o sea seguridad. Lo demás solo son postulados teológicos que nada bien hacen a la iglesia.

Una vez que el individuo aceptó la salvación tal como la Biblia lo declara arrepintiéndose de sus pecados que consta de confesarlos y apartarse de ellos; Prov. 28.13; II Tim 2.19 y poniendo su fe en el Señor Jesucristo, tiene la vida eterna. Rom. 3.21-22. Es importante que el convertido entienda que tal conversión haya afectado su vida. Y que entienda que sólo hay dos familias espirituales en esta tierra: la familia de Dios y la de Satanás. 

Nacemos en la familia de Satanás por medio del nacimiento físico. “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” Juan 8.44. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” Rom. 5:12.

Nacemos en la familia de Dios por medio del nacimiento espiritual que toma lugar cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador personal. Juan 1.12-13. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 3.3-6. “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios... Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.” El propósito de esta reflexión es el de enseñarle a usted acerca del estado del nuevo creyente en la familia de Dios, y con base en los hechos bíblicos, dejar establecido claramente el asunto de la seguridad eterna del cristiano. El testimonio del Señor Jesucristo es claro sobre este tema.

Jesucristo prometió esto: “...y al que a mi viene, no le echo fuera” Juan 6.37. Dios no le arrojará de su familia bajo ninguna circunstancia. Juan 5.24. "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida." Ningún hombre puede hacer que usted pierda la salvación, porque Dios, su Padre, es mayor que cualquier hombre y ningún hombre puede sacarlo de la mano de Él. Juan 10.27-29. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. SI USTED CREE QUE LA SALVACIÓN SE PIERDE, PERDIDO ESTUVO SIEMPRE.

1 comentario:

  1. La respuesta es sencilla pues esta en la palabra, sin grandes posturas teologicas y lineas doctrinales, leed en Hebreos 12:14: "Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" y Mateo 5:8 dice: "Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios", en Romanos 6:22 declara: "Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna", que mas necesitais amados hermanos, bendiciones.

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