martes, 7 de octubre de 2014

EL ERROR PREMILENIAL por Dale H. Kuiper


Como uno ve los eventos que rodean el retorno de Jesucristo en gloria, está determinado ampliamente por la interpretación dada el término milenio (mil años - ver Rev. 20:1-7).  Como fue señalado en el artículo previo, existen tres interpretaciones: post-, pre-, and a-milenarismo.  Hemos visto que el post-milenarismo es aquella visión optimista la cual mantiene que Cristo retornará después del milenio (un largo tiempo de, no necesariamente de mil años exactos), y encontrará el mundo completamente Cristianizado con solamente unos pocos vestigios de pecado.  Será una era dorada de justicia y paz, la mayoría de la humanidad ha de ser salva, y la guerra habrá desaparecido de la faz de la tierra.  Fue mostrado que tal concepción no puede ser armonizada con muchas porciones de las Sagradas Escrituras, y por eso debe ser rechazada.  

Considerando el premilenarismo, la primera idea que uno recibe que esta posición no puede ser la enseñanza de la Palabra de Dios es la asombrosa falta de acuerdo entre los mismos Premilenaristas.  ¿Si la Escritura presentará las cosas finales como esta posición insiste, no debería haber unanimidad con todos excepto quizás en algunos puntos menores?  Pero este no es el caso.  La definición la cual ofrecemos es, por lo tanto, no representativa de todos los Premilenaristas, pero es lo suficientemente general como para incluir la mayoría: El Premilenarismo Histórico es la visión de las últimas cosas el cual mantiene que la Segunda venida de Cristo será seguida por un periodo de paz (exactamente mil años) tiempo durante el cual Cristo va a reinar en esta tierra en un reino terrenal; luego vendrá el fin.  Una forma más radical de esto es el Dispensacionalismo.  El dispensacionalista divide la historia de la humanidad en siete periodos o dispensaciones distintos, y enseña que Dios trata con la raza humana de acuerdo a un principio distinto: inocencia, conciencia, gobierno humano, promesa, ley, gracia, reino.  Además, esta visión insiste en que la iglesia será removida de la tierra antes de la gran tribulación (ver Mateo 24:29).  Esta última posición, desarrollada por John N. Darby en Inglaterra cerca de 1830, y diseminada ampliamente en este país por la Biblia de Referencia Scofield, es realmente el fenómeno único llamado Premilenarismo Americano.  No está enseñado en la Biblia pero sí en la Biblia de Referencia Scofield.  No confunda las dos.  La Biblia es la infalible Palabra de Dios; la Biblia de Referencia Scofield es un comentario engañoso que contiene “notas explicativas” en la misma página con el texto de Escritura.  

El Premilenarismo nunca ha sido incorporado en ninguno de los credos, sino que es la interpretación privada de individuos de muchas denominaciones.  Nunca ha sido mantenido por teólogos sobresalientes ni enseñado en Seminarios donde la erudición y la exégesis son prominentes, sino por varios grupos Pentecostales y de Santidad, e Institutos Bíblicos.  Hoy esto parece estar cambiando un poco.  El Premilenarismo parece estar haciendo entradas en la comunidad Reformada.  Es para contra atacar esta tendencia, y para proveer al pueblo de Dios con algunos guías Escriturales para verificación que brevemente examinamos esta visión errónea.  

Tengámoslo claramente en mente. Sus principales distintivos son: 1. Los Judíos son el pueblo original al cual Dios le interesa, ellos son su pueblo del Reino.  A ellos Dios le habló todo el Antiguo Testamento y a ellos les fue prometido el Mesías.  2. Cuando Cristo vino, Él no fue reconocido ni creído por la mayoría de los judíos.  Esta contingencia no había sido prevista por los profetas, ni era el plan original de Dios.  Sin embargo, como Israel, las doce tribus, rechazaron a Cristo, como un expediente Él se resuelve a los Gentiles, cuales gentes constituyen la Iglesia en distinción del Reino.  Por eso la Iglesia es un paréntesis en la historia.  Comenzó en la cruz y ha de terminar al comienzo del milenio.  Además, este implica que la Escritura ha sido escrita para dos audiencias distintas.  Parte es para los judíos – el Antiguo Testamento entero, la mayor parte de los Evangelios y especialmente el Sermón del Monte y partes de Revelación.  Las Epístolas más otras partes del libro de Revelación son para la Iglesia.  3. En cualquier momento, sin señales o anuncio, habrá un Rapto.  Ver 1 Tes. 4:13-17, Mateo 24:40-41, y Mateo 25:13.  Por el Rapto se quiere decir la separación momentánea y secreta venida de Cristo a tomar para sí en el aire los cuerpos de los santos resucitados y vivos.  Los malvados muertos han de permanecer en la tumba. Esta es la Venida de Cristo por sus Santos y es conocida como la primera resurrección.  4. Después sigue un periodo de siete años llamado la Tribulación (las setenta semana de Daniel 9:24-27).  Durante este tiempo todos los eventos de Apocalipsis 4:9 y Mateo 24 han de tomar lugar.  La Iglesia, sin embargo, no está bajo tribulación sino que está con el Señor en el aire. 5. Luego Cristo viene otra vez con Sus santos a esta tierra en la Revelación [Manifestación]. En este tiempo hay otra Segunda resurrección de aquellos que murieron durante la tribulación.  La Segunda Venida de Cristo da entrada al Milenio.  6. Con la venida de Milenio, los tiempos proféticos se reanudan, pues Dios vuelve a su pueblo favorecido, los judíos.  Cristo viene a esta tierra y reina en un reno terrenal de paz y prosperidad, un reino el cual tiene su centro en Jerusalén.  Los Judíos son restaurados a Palestina, y a la vista del Mesías son vueltos a Él en una gran conversión nacional.  Al principio de este periodo Satanás es atado, y Cristo destruye el Anticristo en la batalla de Armagedón.  La maldición es removida de la naturaleza: los desiertos florecen y los animales salvajes se hacen mansos.  Grandes números de Gentiles también se convierten y son incorporados en este Reino.  7. El final del Milenio Satanás es soltado nuevamente por un corto tiempo.  8. Luego viene la tercera resurrección, la de los malvados al final del mundo.  Ellos son juzgados con el Diablo y sus ángeles, hallados faltos y lanzados para siempre al fuego del infierno.  9. Finalmente, el estado eterno con toda la plenitud del cielo y la falta de infierno es introducido.  Algunos dicen que todos los redimidos son juntados en un cielo Nuevo y tierra Nueva.  Otros mantienen el Reino y la Iglesia separados por siempre, una en la Palestina terrenal, y el otro en el cielo.  

Lo arriba presentado es una altamente condensada, resumida presentación del asunto.  Algunos autores listan tantos como 22 eventos separados.  Muchos predicadores Premilenaristas deben de acudir a gráficas [tablas] complicadas al frente del edificio de la iglesia para estar seguro que son seguidos.  Un record corto de los puntos premileniales importantes es como sigue: siete dispensaciones, ocho pactos, dos segundas venidas, tres o cuatro resurrecciones, y por lo menos cuatro juicios.  Es difícil concebir esto como la enseñanza de la Biblia, la cual fue escrita en lenguaje sencillo para los sencillos, sí, para los niños.  Ahora nos dirigimos a la refrescante, no complicada, clara Palabra de Dios, para tener luz en estos asuntos.  Subrayando el pensamiento Premilenial  está la separación hecha entre la vieja dispensación Israel y la nueva dispensación Iglesia.  La cuestión es, ¿Es Israel el pueblo el Reino de Dios y son los Gentiles la Iglesia?  ¿O es Israel un concepto espiritual, de tal manera que existe la Iglesia y la Iglesia es Israel?  Si la unidad básica del pacto de gracia puede ser establecida; si Abraham, por ejemplo, y los Gentiles del Nuevo Testamento son uno ante los ojos de Dios; si Dios trata con su pueblo en todas las edades de acuerdo a un mismo principio – fe, entonces el Premilenarismo cae, y puede solo ser llamado un ingenioso mal uso de la Escritura.  Con ese hombre de Fe Abraham, a quien todos los Judíos orgullosamente trazan sus ancestros, Dios estableció su pacto eterno de gracia.  Génesis 17:7. Ese pacto fue establecido además con la simiente de Abraham Génesis 22:17.  El Señor deja muy clara que en su simiente (Cristo) todas las naciones de la tierra han de ser bendecidas.  Génesis 22:18.  En el libro de Gálatas, Pablo (Apóstol a los Gentiles) toma el ejemplo de Abraham cuando reprende los insensatos Gálatas por su intento de Justicia por las obras.  Al hacer claro que Dios cuenta la fe en Cristo por justicia, el apóstol haba estas maravillosas palabras “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham" Gálatas 3:7  Mas tarde escribe “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”    Él concluye este capítulo diciendo “no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”  ¿Puede alguien dejar de notar la unidad de Dios en la obra de redención? La simiente de Abraham, el verdadero Israel espiritual, está compuesta de todos aquellos a quienes se ha dado fe en su amado Hijo. En conexión cercana con lo arriba expuesto está el hecho que Pablo enfatizó la unidad de la Iglesia en todas las edades en tales pasajes como Romanos 9:6-9, Efesios 2:19-22, Efesios 4:4-6, y Colosenses 1:16-20.  Jesús mismo como el buen pastor estaba intensamente consciente de la unidad de aquellos quienes Dios les había dado para redimir; Él dijo a los Judíos en el pórtico de Salomón: Juan 10:16.

En Segundo lugar, el texto más referido por los Premilenaristas I Tesalonicenses 4:13-17, simplemente no prueba un “rapto” repentino y silencioso, y una resurrección separada de justos y malvados.  En vez, enseña un retorno de Cristo visible, notable (grito, voz, trompeta), la resurrección de los santos muertos seguida inmediatamente por la traslación de los santos quienes estén vivos en la venida de Cristo, sin decir nada acerca de los malvados; que los santos han de estar para siempre con el Señor, sugiriendo no que ellos vuelven a esta tierra mundana otra vez con sus cuerpos glorificados, espirituales e incorruptibles, sino que ellos permanecen con Cristo en ¡Gloria celestial!  Aún más, Cristo mismo hizo claro que no hay sino una sola resurrección: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. Juan 5:28-29.  Las Escrituras revelan una Segunda venida de Cristo, una resurrección en su Venida y un juicio.

El método de interpretación seguido por los que se adhieren a este sistema está en el fracaso.  Una regla sana es que los pasajes difíciles de la Palabra, tal como es Rev. 20, deben ser explicados a la luz de los textos más simples.  Sin embargo, uno no puede escapar el sentimiento, que con esta interpretación, una teoría preconcebida es traída a la Escritura, se apela a los pasajes difíciles como prueba, y luego se intenta traer los pasajes más simples en línea con la teoría.  El resultado es una división violenta a la Palabra, y por lo tanto a ¡la obra redentora de Dios!  Pero Dios es uno.  Su Palabra es una (presentada en dos testamentos, profecía y cumplimiento), y la redención en Jesucristo ¡es una!

Positivamente, vivimos cerca del final de lo que Rev. 20 llama “los mil años”.  Este milenio comenzó en Pentecostés y habrá de terminar cuando el tiempo y la historia terminen.  Cristo retornará personalmente y visiblemente, llamará a los muertos de las tumbas y los mares, juzgará a todos los hombres de acuerdo a sus obras, y traerá sus ovejas a un rebaño, la casa celestial ¡con muchas moradas!  Que la verdad Reformada continúe siendo sonada “que el Hijo de Dios desde el principio hasta el fin del mundo, reúne, defiende y preserva para el mismo por Su Espíritu y la Palabra, de toda la raza humana, una Iglesia escogida para vida eterna, de acuerdo a la verdadera fe” (Catecismo de Heidelberg, Día del Señor XXI) ¡Benditos son todos aquellos que son miembros vivientes de ella!

El Rev. Dale H. Kuiper es pastor de la Iglesia Reformada del Sureste en Grand Rapids, Michigan.

1 comentario:

  1. que hermoso es confirmar que ya estamos en el milenio ,,la verdad que esto me insentiva a seguir estudiando

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