viernes, 9 de agosto de 2013

¿DEBERÍA UN CRISTIANO IR A LA GUERRA?, por Matt Slick


Por Matt Slick (Cortesía Alejandro Jose)




Esta pregunta ha causado una gran confusión en el Cuerpo de Cristo. ¿Debería un Cristiano ir a la guerra donde podría matar a otras personas cuando la Biblia dice en Lucas 6:29: "Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra…?" ¿Es correcto ir a la guerra contra otros o la Biblia lo prohíbe?

La guerra es un estado de conflicto declarado, abierto y armado entre dos o más naciones. Algunas veces es llevada a cabo en defensa propia como fue el caso de Estados Unidos cuando entró en la Segunda Guerra Mundial por el ataque de Japón a Pearl Harbor. Sin embargo, otras veces, las naciones injustamente van a la guerra para tomar botín y saquear los recursos naturales de los otros países. De otro lado, el asesinato es una forma ilegal de quitarle la vida a alguien, lo cual es, siempre equivocado. Cuando las naciones van a la guerra, esto se declara como ilegal algunas veces por razones morales y otras, por razones inmorales. Entonces, se podría considerar que una guerra inmoral es una forma de asesinato mientras que una guerra moral podría ser en defensa propia.

Es difícil determinar cuándo una guerra sería un intento justo dado que los líderes de las naciones no son Cristianos y pudieran fácilmente tener razones impías para ir a la guerra. Sin embargo, la guerra es una cruda realidad en este mundo y causa gran destrucción, miseria y pérdida de vidas. Debería ser evitada en lo posible y llevarse a cabo como último recurso.

La Biblia enseña que tenemos el derecho de defendernos.

Éxodo 22:2 dice: “Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte.”

Pero la Biblia también nos dice que protejamos al inocente:

Deuteronomio 19:10: “para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre.”
Deuteronomio 24:16: “Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.”

Si fuéramos a aplicar estos principios a la guerra, concluiría que la guerra es justificable cuando es en defensa propia y/o cuando es para proteger al inocente. Por lo tanto, un Cristiano podría correctamente enlistarse a la guerra bajo estas condiciones.
Más acerca de la guerra

En sí, podemos ver que la guerra no es un pecado debido a que en el Antiguo Testamento Dios envió a Su pueblo a la guerra.

Números 33:50-53: “Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: 51Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, 52echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos; 53y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad.

De hecho, Dios usa la guerra como un medio de disciplinar a las naciones:

Amos 4:10: “Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.”

EL Señor es también llamado varón de guerra:

Éxodo 15:3-4: “Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. 4Echó en el mar los carros de Faraón y su ejercito; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.”

De esto, podemos concluir fácilmente que ir a la guerra no es un pecado. Esto es, si cumple con las instrucciones Bíblicas de defensa propia y protección del inocente.

Aún más, los Cristianos son instruidos a estar en sujeción a las autoridades gubernamentales; las establecidas por Dios. Este establecimiento tiene el derecho a declarar la guerra y castigar a sus ciudadanos aún con la pena de muerte.

Romanos 13:1-4: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 2De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. 3Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; 4porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.”
Lucas 3:14: “También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.”

De todo esto podemos ver que ir a la guerra no es malo en sí mismo y que un Cristiano puede ir a la guerra bajo las circunstancias correctas.

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