1. No endiose a los hombres, aun si fuere un buen
pastor, un hombre santo y bíblico. No lo endiose, es hombre y se puede
equivocar. Respételo y considérelo pero no lo crea infalible. El único grande
es Dios y él nunca se equivoca.
2. Si su “pastor” solo habla de sueños,
revelaciones y todo orientado al dinero, déjelo váyase de ese antro de engaño
doctrinal. No lo piense dos veces, usted está ante un pícaro, manipulador que
lo ve a usted como un numero en su balance de ingresos y egresos de dinero. Es
un lobo rapaz, devorador de su bolsillo. No le regale su dinero para engordarlo
y llenarlo de bienes materiales. ¡El tal no es un verdadero Pastor, si no un
asalariado!
3. Lea su Biblia y vera que raíz de todos los
males es el amor al dinero.
“Porque los que quieren enriquecerse caen en
tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los
hombres en destrucción y perdición; porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (1Ti 6:9-10)
Por ello todos esos malos hombres amantes del
dinero y avaros, sufren males sin fin por su maldad y engaño, por sus palabras
infladas que lo único que buscan es obtener más y más dinero.
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo,
como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente
herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre
sí mismos destrucción repentina. Y
muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la
verdad será blasfemado, y por
avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya
de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (2Pe
2:1-3)
4. Aléjese de esa “Gallina” con alias de “pastor”
que siempre comerá de los huevos del dinero de los que los siguen y siempre lo
hará aunque le queme el pico de la mano el juicio de Dios.
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